30/6/11

Sólo Una Noche (Last Night)

Hoy he visto Sólo Una Noche (Last Night), una de relaciones, tentaciones y celos.

Pues muy bien
Massy Tadjedin dirige y escribe este buen intento de cine de diálogos. Es una lástima, pero tras los prometedores veinte primeros minutos la peli se atasca en una idea que no termina de germinar por culpa, entre otras cosas, de unas interpretaciones poco emocionales. El aspecto formal de la película es correcto e incluye partes interesantes en su montaje donde el audio de una escena oculta a la siguiente. A parte de eso poco más. Muy poco más.

El argumento se centra en la relación de una pareja de jóvenes. Ella, celosa hasta la médula, ve las fantasías de su marido como posibles actos de traición. Él, abrumado siempre por la sombra de su mujer, se centra en sí mismo ofreciendo una cara al mundo y otra a sí mismo. Al entrar en juego un ex amante de ella y una atractiva compañera de trabajo de él, se masca la tragedia.

Morritos
Keira Knightley es con diferencia la única que consigue transmitir lo que merecería esta película. Su actuación es segura y llena de fuerza y deja en ridículo a sus compañeros. Sam Worthington es su marido y debe volver ya a pelis como Avatar o Furia de Titanes donde lo importante es que esté callado y no tenga que poner gestos con la cara. Eva Mendes es tan atractiva como sosa interpretando. Los planos que comparten ella y Worthington tienen menos química que los de Johnny Depp y Penélope Cruz en Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas. Guillaume Canet, director de Pequeñas Mentiras Sin Importancia, es la réplica sexual de Knightley y, pese a superar a los dos sosainas, no llega a un nivel demasiado creible.

Esta película debería ser totalmente intensa y sensual y no es más que una colección de diálogos más o menos interesantes recitados con bastante desgana. Lo mismo debió pensar Clint Mansell al realizar la banda sonora ya que comienza muy bien pero poco a poco parece que se fue desentendiendo de la peli y desaparece casi por completo.

Morrazos
Si tengo que quedarme con algo es, como ya he dicho, con los primeros veinte minutos. Recuerdan a la escena de Nicole Kidman y Tom Cruise en Eyes Wide Shut donde discuten acaloradamente moviéndose por su habitación. El problema es que Sam Worthington no es Cruise y, desde luego, Tadjedin no es Kubrick. También me gustó el final, los últimos cinco minutos la peli se recuerda a sí misma que podría haber sido mucho mejor.

Aquí el tráiler. Si queréis ver esta película pero con buen guión y buenos actores ved Closer que es una verdadera genialidad. Un 6’25.

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