27/1/11

Monsters

Hoy he visto Monsters, una de andar, mirarse, andar otro rato y mirarse otra vez. Ah y pulpos gigantes.

Opera prima de Gareth Edwards que quería demostrar cómo con un presupuesto mínimo podía dirigir una peli decente y crear él mismo buenos efectos especiales. La jugada le ha salido bien en muchos aspectos. La realización es muy potente, demostrando inquietud y tensión en cada plano incluso sin existir nada de eso en la trama. Los bichos en sí están bien hechos y la elección de un diseño con forma de calamar me parece un homenaje genial a la Serie B. Hemos visto monstruos viscosos con tentáculos en muchas películas pero en esta son directamente pulpos gigantes.
Para poder terminar dentro del presupuesto hay que ajustar el guión y mostrar lo menos posible. Y la verdad es que se queda escaso. Quitando una impresionante escena final, casi tenemos que imaginar cómo son los monstruos. Aun así, siempre es mejor esto a tener mucho bicho y nada de chicha. Como obligada comparación, el presupuesto de esta peli ha sido de 800.000$ y el insufrible truño llamado Skyline costó 10.000.000$...

El argumento nos cuenta la historia de un fotógrafo que tiene que llevar a la hija de su jefe desde un poblado mejicano hasta su casa en los EEUU. Lo que ocurre es que hace seis años, unos aliens salvajes llegaron a la tierra y se instalaron en parte del territorio de ambos países haciendo de la frontera una zona infectada. Como pierden el último ferry en seis meses y tienen prisa, los valientes jóvenes deciden cruzar a pie la zona prohibida sobornado a unos cuantos guardas mejicanos. Por el símil con la realidad del problema que existe en esa frontera entre los inmigrantes y los texanos con escopetas, puede recordar a la magnífica District 9 que también acercaba a los alienígenas a un problema terrenal como el apartheid. Realmente el film de Neill Blomkamp era mucho mejor.

La peli transcurre casi como si fuese experimental o independiente. La travesía sin demasiados sobresaltos de los protagonistas es algo monótona y aburrida. Se van gustando, como se podía suponer en un momento, pero no llega a pasar nada, ni siquiera se gustan realmente. No ocurre nada. Es una pena, porque como remarco al principio, la realización es realmente potente. Cada plano tiene una profundidad genial y la fotografía es, en ocasiones, espectacular. Lo que no se han gastado en monstruos, lo han invertido en vehículos abandonados, hoteles derruidos y paisajes urbanos parcialmente arrasados, que es lo que gusta.

Los protagonistas, los desconocidos Whitney Able y Scoot McNairy, hacen una interpretación plana y desganada. Sus personajes no tienen gracia ni estructura. Son realmente el punto más flojo de la peli y lo que hace que no termine de cuajar. La falta de química entre ellos y el desinterés para conocerlos que generan, hace que falte una historia que hile el viaje en el que consiste la película. Al final solo tenemos a dos chicos andando por la selva que, de vez en cuando, se asustan un poco. De echo se asustan demasiado poco, no solo en el sentido de que hay pocas apariciones de tentáculos gigantes, si no que para estar en esa situación, realmente no parecen pasarlo tan mal.

En definitiva, una pena que la falta de hilo argumental pueda aburrir y hacer que esta peli, muy bien rodada y producida, pase más desapercibida de lo que merecería.

Aquí el tráiler y mi recomendación: id a verla porque merece la pena, sobre todo ahora que sabéis que no vais a ver monstruos y tiros. Un 7.

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